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Magda Donato |
El 16 de marzo de 1926, en el Heraldo de Madrid, la periodista Magda Donato, en su espacio Crónicas Femeninas se refería a la próxima fundación de un Club de Señoras en Madrid. En su artículo señalaba las razones de la necesidad de un Club de señoras en Madrid. Estas, según la autora, eran las siguientes:
"La primera es que ningún círculo masculino admite mujeres. La segunda es que las condiciones absurdas de la vida actual - cierre de tiendas a las siete y hora de la cena a las nueve, en relación con la apertura de teatros- las señoras suelen encontrarse con un par de horas diarias difíciles de llevar, tanto más, cuanto -esta es la tercera razón - la presencia de una mujer sola en pastelerías, cafés o espectáculos públicos sigue despertando una curiosidad cuando menos desagradable de soportar. La cuarta razón, estrechamente unida a las anteriores, es la escasez, por no decir nulidad de distracciones culturales o simplemente dignas reservadas a las mujeres españoles y que pudieran ocupar nuestro terrible de "siete a nueve".
A continuación hacía referencia a como debían ser las mujeres que debían ser las mujeres para dirigir ese club "un club fundado y dirigido por mujeres inteligentes y cultas, de ideas amplias y dotadas de sentido de la organización". Y por último se permitía dar su opinión sobre como debía ser ese club:
"Esta opinión consistirá solamente en recordar que, por encima de todos los club femeninos del mundo de cuyos ejemplos pudieran aprovecharse en estas ocasiones no pocas particularidades, existe uno dotado de la cualidad inapreciable del internacionalismo. He nombrado al Lyceum Club que bien pudiera tomarse, no como modelo, sino como padre y creador de este primer club femenino español".
Como se puede observar por las palabras de Magda Donato, no estamos hablando de una Asociación Femenina de carácter popular, muy al contrario el Club al que se aspiraba era un lugar donde se reunirían las mujeres de la burguesía. Se trataría de un Club elitista, y por eso fue despreciado por muchas mujeres importantes de aquella época, que aunque también pertenecían a esta clase social, renegaban de este tipo de Asociaciones, como fue el caso de Marguarita Nelken (hermana de Magda Donato).
En Enero de ese mismo año la también periodista Teresa de Escoriaza en el diario "La Libertad" publicaba un artículo titulado "El verdadero Club de Mujeres" y en el renegaba de la formación de un Club para mujeres de la siguiente forma:
"¡Un Club de mujeres...! Pero, ¿saben las mujeres que a fundarlo aspiran lo que es un Club? Cerrados están para nosotras los Clubs (Círculo o Casinos) de los hombres que solo podemos ver de pasada, acompañadas de algún socio pero no obstante, es fácil informarse de en qué consiste y para que sirven. Yo invito a las que ese absurdo han proyectado a que hagan tal información segura de que no la terminarán sin renunciar a llevar a cabo su propósito.
Humareda pestífera de tabaco, tazas de mal café y discusiones estúpidas. Esta es la parte positiva del Club. Ni muy grande ni muy valiosa ciertamente. pero el Club tiene, además una parte negativa y esa si que es de importancia grande, de enorme transcendencia".
Según Teresa de Escoriaza la parte negativa de los Clubes era la siguiente: "El Club separa al hombre del Hogar en una mansión donde la mujer no entra ni como esposa, ni como hermana. ni como hija. el compañerismo de los sexos allí se rompe y la camaradería de la convivencia sexual es ni más ni menos que la unión de la familia. en los Clubs los lazos familiares se aflojan se desanudan y el principio de solidaridad humana sucumbe".
Para la autora lo que debía hacer la mujer con respecto a los Clubs era hacer lo siguiente: "En materia de Clubs, tenemos una obra que realizar las mujeres españolas, que no es ciertamente la de constituir no para asistir nosotras. Nuestra labor debe de procurar por todos los medios que se cierren los Clubs donde los hombres pierden tan lastimosamente el tiempo que deben dedicar a acompañar a sus esposas y a educar a sus hijos en el hogar. Procediendo así es como se consolidarán los Clubs de mujeres que hacen falta y que son los domicilios familiares".
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Teresa de Escoriaza |
Podemos apreciar dos posturas con respecto a los Clubs de mujeres totalmente distintas. Dos mujeres que vivían dentro de un ambiente parecido y que destacaron por tener una vida independiente, que pudieron desarrollar una profesión en una época donde la mujer apenas destacaba,ç sino era por ser mujer de..."
Magda Donato si formó parte del Lyceum Club Femenino de Madrid, no fue el caso de Teresa de Escoriaza que poco después de su inauguración, en el otoño de 1926 volvió a arremeter contra este tipo de Asociaciones.
Cuando estaba preparando esta entrada sobre los inicios del Lyceum y sobre aquellas que lo formaron tenía en mi recuerdo la canción de Cecilia "Dama Dama". Aquí os dejo su vídeo.
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