María Domínguez, nació en Pozuelo de Aragón (Zaragoza) en 1882, en el seno de una familia humilde. A la edad de 18 años las "casaron" como ella misma cuenta con un hombre que la maltratraba y del que terminó separándose y huyendo de su pueblo para instalarse en Barcelona. Allí trabajo como sirvienta y comenzó a estudiar para maestra. Años después volvió a su pueblo donde se la calificó de fresca y mala mujer por haber abandonado a su marido. Tras quedar viuda volvió a casarse con Arturo Segundo Romanos, hombre de ideas socialistas. Tras la boda se instalaron en Gallur en la provincia de Zaragoza y allí iniciaron una activa vida política, formando parte de la formación de la UGT.
María además de tener la inquietud de aprender y llegar a ser maestra, también la tenía por la escritura por lo que comenzó a mandar sus escritos al diario El País, que comenzó a publicarselos sobre 1910. También escribió para el Diario Republicano Ideal de Aragón desde 1916.
Un año después de la proclamación de la República, se nombró en Gallur una Comisión Gestora en el Ayuntamiento de la localidad, y ella fue nombrada presidenta de esta, con lo que pasó a convertirse en la primera mujer alcaldesa de la República. Ostentó este puesto hasta 1933. Durante su mandato intentó mejorar las condiciones de la escuela y de los niños que a ella asistían. Uno de sus mayores deseos era instaurar el ideal republicano en el pueblo pero tras dejar la alcaldía sintió que su propósito había fracasado y se manifestó desilusionada con la experiencia.
En 1934 la Editorial Castro publicó su libro Opiniones de Mujeres, con prólogo de la joven abogada y periodista Hildergart. En este libro María Domínguez expresa sus ideas sobre el feminismo, la situación de la mujer y defiende el derecho a ser iguales. Es una recopilación de cuatro de sus conferencias: Feminismo, La mujer en el pasado,en el presente y en el porvenir, El socialismo y la mujer y Costa y la República.
En 1936 tras estallar el golpe de Estado del 18 de julio, María intentó refugiarse en su pueblo natal, en casa de su hermana, pero a los pocos días de llegar fue detenida y encarcelada. En septiembre de 1936 fue fusilada por el bando franquista. Su marido también corrió la misma suerte días más tarde.
Con motivo de la redición del libro de María Domínguez por la Diputación Provincial de Zaragoza, Rosa Montero escribió una columna en el diario El País titulada Para honrar la memoria, dedicado a esta mujer que como tantas otras que creyeron en la libertad y la igualdad de la mujer y que defendió unas ideas de justicia y progreso termino siendo relegada y olvidada en nuestra historia.
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